¿Cómo surgió Pagina en Blanco?
Vaya aquí la historia de cómo surgió esta página, me asombra cómo fue enriqueciéndose con el aporte de pacientes, lectores y trabajos personales. Que sirva de inspiración para quien esté buscando su camino.
Desde chica que escribo, creo que a los 13 fue cuando compré mi primer diario, Qué emoción me daba ese momento de privacidad, donde conectaba con mi propia voz, lejos de las miradas de los otros, reflexionaba sobre las acciones del día, soñaba con príncipes y declaraba mi amor al universo. Se había convertido en un hábito necesario, un ritual, como lavarse los dientes, sin el cual no podía dormir. Necesitaba ese espacio, ese sentir que estaba viva, a través de todas las acciones y presiones del día, que era yo verdaderamente viviendo y no una marioneta al compás de los mandatos.
De grande descubrí, a través de la correspondencia diaria con un amigo interlocutor, que resultó ser un espejo cristalino donde podía verme mejor todavía, que un diario compartido era aún más cálido y estimulante que el diario a solas. Esperaba con ansias la respuesta reflejada para seguir ahondando en mi propio ser. Y a su vez ayudar a espejar el suyo, pues lo que se descubre de otro ser humano, también se descubre para uno mismo, Estamos todos conectados en nuestras esencias humanas.
Recuerdo la noche que me desperté sintiéndome Newton con su canto de ¡Eureka! cuando se le cayó la manzana del árbol. Y se me ocurrió hasta el nombre de esta idea en gestación. ¿Por qué no instaurar un diálogo entre terapeuta y paciente on-line como modo de auto-conocimiento y sanación? Si era efectivo para mí, podría funcionar para quienes quisieran reflexionar diariamente de la mano de un terapeuta que lea profundamente y devuelva con la misma dedicación y tiempo. El proceso se llamaría Página en Blanco, ya que todos los días tenemos la oportunidad de rearmar nuestra propia historia una y otra vez.
De a poquito fue tomando forma la idea original, las herramientas virtuales necesarias, la investigación sobre la bibliografía existente que en el momento no conocía; los talleres presenciales ayudaron a diseminar la propuesta y fueron llegando las personas interesadas en el método.
Recuerdo especialmente una médica con quien trabajamos durante 8 meses, en forma diaria, ininterrumpidamente, partiendo desde un escrito de ella de hacía unos años que había encontrado y no le podía encontrar el sentido. Lo fuimos develando de a poco, desenredando el hilo de Ariadna, hasta que un día me dijo, "Silvia, ya no tengo más dolores corporales inexplicables, y he podido reconciliar los dos personajes en pugna de aquel escrito original. Creo que puedo seguir adelante sola y entera desde aquí".
Le agradecí su compromiso y constancia y felicité por su trabajo interno. Comprobé que la escritura desde el corazón, permite drenar emociones, aviva recuerdos enterrados, es una oportunidad para enmendar vínculos, perdonar, y perdonarse, y puede realmente sanar.
Ojalá le pueda ser de provecho a muchas personas que estén buscando conocerse mejor para vivir vidas más felices y tranquilas.
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