Laberinto II
El laberinto puede tener algo de juego, sorpresa y misterio.
También es lo que toca, quiero decir que a veces uno no quiere estar en un laberinto pero lo está y cada paso, cada decisión que se toma para dónde ir nos lleva a lo que llamamos "éxito", "exit" ... "La salida" o al contrario, a un muro que es como una frustración, pero a pesar de esto, siempre está la posibilidad de una nueva decisión, un nuevo paso.
Cómo vivimos ese tránsito por los disintos laberintos (el amor, la sabiduría, la paz, la vida, etc) es lo que marca la diferencia, uno puede hacerlo como un juego, con curiosidad, con tedio, con ansiedad, con serenidad, etc. y quizás algunas veces pueda haber de todo esto un poco.
Para mí lo mejor de los laberintos es que hay opciones en el camino, que uno puede elegir, que uno puede equivocar el camino pero siempre hay oportunidad de desandar y andar otra vez y otra vez y mientras tanto uno va descubriendo tal vez, que esos caminos finalmente tenían muchísimo valor.