¿Qué más es necesario aprender en la vida?
Esto fue lo que pensé al observar la lámina que se encontraba en la sala de un jardín de infantes:
A ser felices Es lo que todos los seres vivos queremos ¿verdad? La cuestión es encontrar la verdadera felicidad duradera, no la persecución eterna de quimeras.
A Compartir con otros seres, el ambiente, el universo entero, en tanto nos sentimos partícipes de ese Todo. Compartir las alegrías las hacen aún más valiosas y compartir las penas alivian su peso. Compartir lo que tenemos y también lo que nos falta. Compartir las reflexiones y las lámparas del camino.
A Jugar Permitiéndonos el “dale que…” de nuevos roles, ensayando los que no nos animamos, extendiendo los horizontes.
A tomar la vida como un juego, aprendiendo de las situaciones que se nos van presentando, desdramatizando aquello tremendo que es al fin y al cabo solo un escalón más a ser transitado.
A divertirnos Sana y sencillamente, con dos palitos, riéndonos de nosotros mismos, tanto en los errores como en los aciertos
A pedir permiso a los semejantes, a la madre tierra, con la veneración de saber que cada uno es un ser sagrado por derecho propio
A descubrir de nosotros mismos, lo que no queremos ver, y lo que no podemos creer, y del universo entero, los tesoros por nacer, sin dar por sentado lo sabido, lo supuesto, mirando lo conocido con nuevos ojos cada día
A observar detrás de las máscaras, los juegos que jugamos, al león dentro del ratón, al cordero detrás del lobo, y a la profunda seriedad de la angustia existencial
A crear con lo dado lo nuevo, a crearnos a nosotros mismos desde nuestros condicionamientos, a crear un mundo un milímetro más pacífico de lo que lo encontramos.
A imaginar que lo deseado es posible, que nuestro mejor Ser está allí esperando ser actualizado, y que cada ser está a su modo, construyendo su propio camino en la evolución general del universo.
A dar las gracias Ante todo, y ante nada, ¡GRACIAS por esta experiencia de estar VIVOS!
Lic. Silvia Munton, agosto 2015