La vida es tanto más que una pantalla
Buscamos cada vez mayor definición en un paisaje en 4D para despertar asombro y belleza,
ascépticamente sin la intemperie y los bichos.
Y le tememos cada vez más a lo original, primitivo y natural.
Un simple mosquito que aplastábamos de un manotazo
Hoy nos persigue con dengue y zika.
Y recurrimos a interiores y aplicaciones,
seguros, con antivirus.
La pantalla no hace transpirar ni bombea sangre a las venas
Ni sopla el viento en la cara refrescando el sol abrasante
De una bicicleteada veraniega.
La pantalla no huele a jazmín ni a naranjo en flor
Ni abraza fuerte, piel contra piel
Por más emoticones que agreguemos al mensaje.
La pantalla no corta el pasto, ni limpia la casa,
ni te sume en el frío bienvenido del chapuzón en el agua.
No mueve las carnes fláccidas al ritmo de esa salsa bamboleante
Y aunque quiera engañar a tu cerebro
Que se cree aquella película de terror o suspenso o pasión como si fuera real
Cuando termine la función verás que sólo has vivido de prestado
Y tu problemática realidad, tu soledad de aislamiento, tus cuentas impagas,
Te golpearán en la cara con mayor furor.
La pantalla puede ser tu mejor aliado,
- siempre que no se corte la luz-,
Usado sabiamente en su justa medida
puede abrir un vasto mundo virtual impensado en la antigüedad
produciendo asombro ante su capacidad
agradecimiento ante su utilidad,
siempre que evitemos el deslumbre enceguecido,
la adicción empedernida o la ilusión desvitalizada,
en desmedro de nuestra dimensión más natural.
Por eso te sugiero amigo, que apagues la pantalla y salgas a caminar.
Respirar la vida, caminando paso a paso
Resolver uno a uno los conflictos que aparecen.
Pisar firme luego de tantear, peldaño por peldaño,
Creer en tu propia evolución y guía,
Atravesar el bosque a machetazos limpios,
Despejar malezas, rodear pantanos, dejar atrás el viejo camino.
Te dará la confianza que nunca hallarás en un curso on-line.
No hay receta que calce a cada cual por igual.
Los preceptos, consejos y opiniones de otros son muy valiosos,
Pero la función ineludible de cada uno
es transitar su propio destino.
Lic. Silvia Munton
febrero, 2016