Escribí tus amores, tus dolores, tus deseos, tus temores.
Reflexiones

Buscando el sentido

“De vez en cuando la vida…”

nos regala lo inesperado, lo inaudito,

sorpresivamente.

Levantás la vista de tu inmersión en la rumia mental

y allí está:

La luz que atraviesa el arbusto sombrío.

¿Será eso que le pasó a Moisés cuando le habló Dios desde el arbusto ardiente?

Es que Dios nos habla de tantas maneras impensadas,

con presentes que no siempre alcanzamos a comprender

como gratuitas oportunidades de gozar en plenitud.

Como aquella derrota que termina fantásticamente, trayendo beneficios agregados;

como aquella etérea nube blanca que contrasta y revela el fondo desapercibido;

como aquella rotura que abrió la puerta al plomero benefactor que terminó arreglando tanto más que el pequeño detalle;

como aquella grieta de la cual surge la flor

ingenua  en su desubicación

bella por destacarse única

sin saberlo, sin quererlo,

en total satisfacción.

 

De vez en cuando la vida

nos sacude de un tirón,

nos arroja al caos

y aguarda nuestra respuesta idónea.

Nos urge la premura de actuar con dignidad

con bravura de quien pelea

dejando miedo y desesperación.

La vida clama, empuja, da forma

a lo inexplicable.

Y nos mueve a sentir.

Sentir

da sentido

más allá de la ilusión.

Silvia Munton , mayo 2015.

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