Siempre hay algo más
Siempre hay algo más
que se puede hacer
para llenar la vida de sentido
hasta el último latido
Criar a un niño perdido
Regar la plantita reseca
Amar ese rincón oscuro
Pintar ese paisaje lunar.
Gozar un atardecer en el río
Encontrarse con un viejo amigo…
Cómo aliviana en el pecho
La risa cómplice
los cuentos al día
De dónde estás, de dónde estoy,
Y somos aquí los mismos
Aunque cambiados, transformados.
El corazón se toca
El abrazo sella
La amistad que dura
A través del tiempo y la ausencia.
Silvia Munton, mayo 2015