Final del Día
Los finales llegan demasiado abruptamente
Tanto tiempo esperándolos, ansiándolos incluso,
Y cuando llegan, ya está, ya pasó,
¡Demasiado pronto!
El final es un punto, un segundo,
un antes y un después,
un corte,
un lapso infinitesimal, pero infinito al fin
de diferencia entre lo que fue y
lo que ya no será más.
El final es un presente
Un regalo de la vida
Una oportunidad para un nuevo empezar.
El final es tajante, inapelable, incuestionable
Por más escaramuzas y bribonadas
Con que intentemos camuflar.
El final es intenso como el rayo
Sorprendente cuando llega largamente estipulado.
El final enseña
a crecer y a vivir
No puedo imaginar un final sin un nuevo principio
Un principio que guíe el nuevo camino
Que acaso sea el cíclico volver a empezar
Aunque teñido de color diferente
Cómo único del arco iris, cada haz.
Subsumirse en sueños
Dar final a este día
Para poder comenzar
Un fresco mañana
En mi insomnio revuelto
De perpetuar la agonía
Me siento en el medio
No logro extinguir el día.
Escribo y me distiendo
Voy achicando las llamas
De este fuego interno que resiste
Las brasas aún al rojo vivo chirrión.
Y así la mano amiga
Va oprimiendo los botones uno a uno
Apagando las luces
Y el dimmer va nublando la visión
Espesando el entendimiento
Y esa vahosa sensación
Anhelada de sueño
Se apodera lentamente de la mente.
Y el bostezo augura un suave discurrir
Entre negras bambalinas
Que permitan reparar este motor en marcha
Que ya pronto llegará, a su propio fin.
Dulces sueños,
Mañana será otro día.
Silvia Munton