Roble Tarde de Otoño
Me gusta ser roble firme
Sereno y quieto, un poco triste tal vez
Me gusta extender mis ramas al cielo
Y penetrar la tierra con hondas raíces
Me gusta cobijar nidos ajenos
Y mis bellotas proveer de alimento
Me gusta ondular mis dedos flacos
De formas tiernas, suave acariciar
Me gusta el olor penetrante a incienso
Y el crujido tieso bajo los pies
Los fuegos ocres, morados y oros
Levantan vuelo, reposan después
Acaso el invierno llegue presto a otros
Yo no lo siento cobijado en mi muro
La savia espesa alimenta el tronco
Aunque la copa vaya desnuda
Madera noble, diseño arcaico
Lujoso lustre de añares tiempos
Muebles antiguos cuentan historias
Reciben glorias, revelan secretos
Y cuando vuelva la primavera
El fresco verde, lozana estirpe
Hallará plena esta vida ignota
De centro inmóvil en franco remolino
Silvia Munton
Junio 2014