Escribir es drenar lágrimas vueltas tinta sobre el papel secante.
Poesía

 

Desilusión

Al fin te veo a los ojos

Engañosa musa del placer.

Qué poder me da

el haber desenmascarado

tus viejos ardides

inservibles disfraces

del ya no más.

 

Qué alegría me da

El verte así desnudo

Inerme, desarmado, mustio y hostil.

Qué nuevas fuerzas son estas

De saberme brava y segura,

Sola ante la adversidad

Sola pero no esclava

Sola, no abandonada

Sola por elección

De elegir lo que es fiero,

Entero, veraz

De no doblarme ante la sombra

De no necesitar a nadie más.

 

¿Se erigirá para siempre

Este faro en la niebla?

¿O vendrá la tempestad

A derrotarme nuevamente

A cansadas y a locas

Hurgando el corazón anestesiado?

 

Brillante y tranquilo

Tranquilo y brillante

Templo de la nada

Hogar del Vacío

¿Quién llenará el cuadro de frescos colores?

¿Quién arderá en brasas en nuevo amanecer?

 

Tranquilo, dirá el tiempo

Tranquilo, dirá el viento

Ya vendrá el momento

De calmar tu sed.

 

Silvia Munton, agosto 2013

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