La noche oscura
Oh, noche oscura,
ni tú lograrás detenerme.
Aunque quieras desgarrar mi pecho
arrancarle el corazón
y esconderla en un barril
encadenado al fondo del mar,
aunque quieras trompearme
en el fondo del alma
hasta que patee y grite y pida clemencia,
aunque quieras pretender
que no existo
que no sirvo a nada ni a nadie
que no valgo por mi propio ser,
No lo lograrás.
Seguiré escribiendo con mi sangre
y con mis lágrimas.
Cortajearé el barril
para nadar a la superficie
cual buzo.
Callaré mis clamores
para que no las uses en mi contra,
como una estrella de mar convertida en hipocampo
cabalgaré buscando la luz.
Surcaré las olas con el asta de tiburón,
mi cola de ballena blandirá las aguas chatas,
mi sonrisa de delfín triunfará
al fin en el salto mortal
que devuelve a la vida
lo que es de la vida,
y lo negro
a su sepultura.
Silvia Munton, agosto de 2013